En el momento en el que nos sacamos el carnet de conducir, empezamos a aprender toda una serie de pautas para poder circular siempre en las máximas condiciones de seguridad. Aunque el temario que se da relacionado sobre el ámbito del motor y de la seguridad no es demasiado extenso, si que nos sirve para hacernos una pequeña idea de lo que tenemos que hacer ante las diferentes situaciones. Uno de los puntos en donde más se hace hincapié es precisamente en el estado de los neumáticos: será de vital importancia mantener el dibujo de la forma adecuada, así como tomar en cuenta toda una serie de recomendaciones.

Por ejemplo, la presión también es muy importante. En el caso de que la presión sea demasiado baja, las ruedas no tendrán la fuerza suficiente como para poder aguantar la estructura del vehículo. Esto puede hacer que se pueda llegar a producir un reventón en cualquier parte. Pero también puede ocurrir lo mismo en el caso contrario: si la presión de las ruedas demasiado elevada, será como una especie de globo y tendrá mucha más posibilidad de poder pincharse en el caso de que se pueda llegar a encontrar con algo que no debería. Existe tanta presión en el interior que el aire está haciendo lo imposible para poder escapar del mismo.

Siempre tenemos que encontrar el punto intermedio entre el valor mínimo y el valor máximo. Para poder determinarlo, al sólo tenemos que echar un vistazo a las especificaciones de los neumáticos del vehículo. Además, conviene recordar que no hay que variar la presión en verano en comparación con el invierno ya que los cambios de temperatura para que la rueda poder llegar a parecer más o menos hinchada de lo que en realidad está.